Los equipos de ventosas para grúa tienen una resistencia estructural sobresaliente, pero cuentan con una parte elastomérica, las ventosas en si, que es la más sensible del equipo y que debe recibir algunos cuidados para asegurar la larga vida útil para la que fueron diseñados.
Algunos equipos cuentan con un pie de apoyo para que en modo de reposo, las ventosas queden en posición vertical sin sufrir esfuerzos permanentes evitando deformaciones en la goma, pero la superficie adherente de la misma queda expuesta al medio ambiente y puede ensuciarse con polvo y otras impurezas restando efectividad en la adhesión, por lo que es recomendable cubrir las ventosas cuando no se usan y mantenerlas lejos de la luz solar para evitar un envejecimiento prematuro.
Aquellos equipos que no cuentan con un pie de apoyo integrado tienen como accesorio pies de apoyo para evitar que el peso del equipo descanse sobre las ventosas o bien pueden quedar colgados, pero no es recomendable que se guarden de forma horizontal ni siquiera sobre una superficie plana y limpia, ya que si bien de esa manera el peso del equipo se distribuye entre todas las ventosas, un período prolongado en esa condición genera deformaciones sobre las ventosas.
Aún tomando todos los cuidados, la goma sufre el desgaste del uso con el paso del tiempo o puede endurecerse perdiendo elasticidad. Es por ello que se recomienda realizar inspecciones frecuentes para comprobar su estado siguiendo las recomendaciones del manual. Además, es muy importante mantener limpias las ventosas, lavándolas regularmente con agua y jabón o detergente neutro. No debe utilizarse otro agente de limpieza, ya que los solventes o cualquier otro derivado del petróleo y otros agentes químicos atacarán el material degradándolo. Del mismo modo no se deben utilizar revividores, o lustres para gomas, ya que pueden reducir notablemente la capacidad de adhesión poniendo en peligro a los operadores y otras personas además del material transportado.